Hambriento de ti
Ahora puedo confesarte amor que tengo el corazón hambriento de ti. Cuántas veces no nos ha jugado una mala pasada a ambos este estado de ánimo tan intenso que experimentamos, y por el que sencillamente nos dejamos llevar hasta el punto más elevado del estado placentero de nuestra exaltación emocional. Por nada del mundo quiero que te vayas. Mientras nos