Mano a mano
No creas que me he ido de tu lado, ni de tu vida. Cuando tengas esa sensación, sólo estira tu brazo, y notarás como no he desaparecido; sigo ahí, esperándote ¡tenemos tantas cosas que seguir haciendo por éste camino de nuestras vidas! y tampoco quiero hacerlo sola. En las risas y en las decepciones, en el dolor y el sosiego,