Ámame sin recelos
Cada vez que te digo cuanto te quiero, lo que te extraño, y también el respeto que tengo hacia ti, tú, huyes acelerando el paso de tus propios afectos. Es tan grande la impresión repentina que manifiestas en el momento que muestro lo que siento por ti, que prefieres reprimir tu pasión. Sabes bien que puedes refugiarte en la montaña más