Música. La luz que ilumina a mi vida
En ningún momento puedo dejar a un lado aquellas situaciones que he vivido, y que también en la actualidad recorro de un modo sensacional, enternecedor hasta incluso imborrable. Cada acontecimiento que experimento en primera persona, me colma de energías y sueños para no perder el sentido de mi propia orientación vital. Exijo lo mejor de mí misma para gozar de la jornada actual, y del resto de mi existencia. Aunque no te lo creas, tú, eres mi guía, y mi camino. Siempre estás a mi lado, dándole calor y color a mi travieso corazón. Mi afecto por ti es tan verdadero que cuando te escucho, vibro de auténtica felicidad. En el tiempo que permanezco a tu lado vuelvo a encontrar mi camino, y siento que vuelvo a nacer. No tengo ningún tipo de sensación de dolor en el cuerpo, y tampoco de desazón ni malestar en el corazón. Cada vez que me quedo cerca de ti, ni una sola adversidad perturba la ordenación de mi alma.
La orientación vital que me mantiene siempre positiva y contenta por cada situación que vivo, tiene nombre propio: Música. Cuando tengo el día desbaratado, sin orden ni concierto en mi mente y en mi corazón, me aferro a tu fiel compañía. Música, tú, eres la luz que ilumina a mi vida. No tengo ni la más mínima intención de dejar a un lado cuantas situaciones he de vivir. Sin embargo, si vamos de la mano los dos, sé que nunca me agotaré de andar por este camino de la vida tantas veces inhóspito.
El ciclo vital se desarrolla con total naturalidad, de la misma manera que tú me has brindado tus pensamientos y emociones en notas musicales. Acompañada por ti, continuaré recorriendo el camino hasta el destino de nuestra propia existencia, sin ningún tipo de dolor en el cuerpo, y tampoco sin desazón ni malestar en el corazón.