No dar la espalda a las circunstancias
¿Cuál es el motivo y el origen por el cual debo dar la espalda a la realidad de las circunstancias? Realmente la miro de frente y más fortaleza me da para seguir con ella cara a cara. No puedo esconder mi cabeza bajo el ala, y esperar que todo surja como por arte de magia, de la nada de lo imposible.
Afrontar las circunstancias es un motivo más que suficiente para sentir que todo es siempre para mejor, aunque cueste, aunque duela, aunque nadie lo comprenda, aunque sea cosa de locos… EL origen de ir de frente lo llevo en las ganas de vivir, en la ilusión y la fe por crecer y mejorar como persona, en la satisfacción de lo que lograré, en la fuerza de sentirme capaz de lograrlo… El origen de la lucha por no enmascarar la realidad ni darle la espalda está en la vida, y el motivo de lo mismo está en sentirme viva.
No puedo dar la espalda a cada una de las cosas que acontecen y por consiguiente buscar un responsable inocente. Tras un hecho, una consecuencia, y tras una consecuencia una decisión antes tomada que habré de aceptar, sea o no lo que deseo.
Así pues, afronto cada uno de las circunstancias con decisión, entrega y de frente, porque como dice el refrán popular; -“Lo que no te mata, te hace más fuerte”-. Por ello, fuerte no sé, pero ganas, ilusión y fe por mirar de frente la realidad tengo un montón, porque sentir el aire en la cabeza es la señal de que no me escondo ante las circunstancias adversas y por tanto, me siento viva y libre.
Con todo el derecho y deseo por luchar, y desde la lucha, no esconderme detrás de nada ni de nadie; siempre de frente de las circunstancias.