No puedes ampararte
No puedes ampararte en tu falta de razones para no decir, que quieres vivir. Aunque no las tuvieras, si tienes emociones y sensaciones son las suficientes razones para levantarte, ponerte bien elegante, desayunarte y salir a la calle, a encontrar ese puñado de razones que dices, y que no creo sea cierto te falten para querer vivir.
Con el hecho de ampararte en la falta de razones, más que negarte a vivir, estás haciendo un….«S.O.S. te necesito»… indescriptible. No estás solo, no te ampares en eso, porque sabes que no es cierto.
Salte a la calle, y míralo todo sin pereza. Empieza desde el cielo, el sol, las nubes, mira luego las calles, las casas, el silencio que hay por tu calle, hasta el frío que corre bien temprano, las gentes un poco adormitadas aún como tú de un lado a otro… Verás como a medida avances te vas a dar cuenta que quieres dejar toda esta desazón para acompañar a las emociones, sensaciones de las que dudabas de su existencia, y querrás dejarte acompañar por la vida.
Si existe tú, ¿crees que no tienes razones suficientes para vivir? Anda… ampárate y sigue el camino de tu vida, haz tu camino libremente, sin esa desazón que te hace dudar. Corre, no dejes de querer ampárate en la razón más grande y mágica de tu vida que es querer vivir. Impáctate de todas las razones de tu vida, emociónate… Sé libre, sin razones que te aten.
Son excusas para no afrontar lo que pasa. en el fondo somos más cobardes y cero valientes, ¿verdad? 😀