Inevitablemente… Eres único

Arancha García/ enero 27, 2014/ Opinión bloguera/ 0 comentarios

Es inevitable que muchas veces te asalte la melancolía, y es inevitable que te sientas vulnerable. Que ni el aire te hace respirar bien. Que el tiempo te hace sufrir sin más motivos que puedas llegar a entender, como si el tiempo de ésta vida te hiciera pagar un peaje que no llegas si quiera a comprender, porque no tiene razón de ser, que eso ocurra.

Inevitablemente, no puedes obviar que esto puede suceder, porque los sentimientos son una pequeña noria; suben y bajan, depende de tus vivencias, y tus emociones más profundas.

No olvides, como tú no hay nadie, y que así, como el aire, volverás a renacer, y estarás pletórico; que si tu le das aire al aire, y ambos se acompañan en ésta travesía, aunque sea inevitable que ése dolor te consuma un poquito hoy, la pena será menos pena, y el corazón irá encontrando la tranquilidad de esa certeza que necesitas para volver a recomponerte, y seguir esa travesía que en algún instante de tu vida, hace que no termines siquiera por comprenderla.

Sin culpabilizar a nadie, ni a ti mismo. Eres lo único que importa, eres un ser único. Y le importas a cada uno de esas emociones que a veces inevitablemente se declaran en rebeldía.

No olvides, como tú no hay nadie, y que así como el aire, volverás a renacer, y estarás pletórico.

Es inevitable que muchas veces te asalte la melancolía, y es inevitable, que te sientas vulnerable. Es inevitable, que ni el aire te permita respirar bien. Y no menos inevitable es que el tiempo te hace sufrir, sin más motivos que puedas llegar a entender; como si el tiempo de ésta vida te hiciera pagar un peaje que no llegas si quiera a comprender, porque piensas que no tiene razón de ser que eso ocurra.
Inevitablemente, no puedes obviar que esto puede suceder; los sentimientos son una pequeña noria, suben y bajan, depende de tus vivencias, y de tus emociones más profundas.

No olvides, como tú, no hay nadie, y que así como el aire, en cada segundo de tu vida, volverás a renacer, y estarás pletórico; que si tu le das aire al aire, y ambos se acompañan en ésta travesía de la que zarpamos con destino, pero sin tiempo para llegar, y, aunque sea inevitable que ése dolor te consuma un poquito en cualquier instante en que sube o baja, la pena será menos pena, y el corazón irá encontrando la tranquilidad de esa certeza que necesitas para volver a recomponerte, y seguir esa travesía que en algún instante de tu vida, hace que no termines siquiera por comprenderla.

Sin culpabilizar a nadie, ni a ti mismo. Eres lo único que importa, eres un ser único. Y le importas, aunque haya ocasiones que lo dudas a cada una de esas emociones que a veces inevitablemente se declaran en rebeldía…

No olvides, como tú no hay nadie, y que así como el aire, a cada segundo, vuelves a renacer, a sentir, y zarpar a éste destino; y que inevitablemente, te hará estar pletórico.

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