200 En Corto: A vueltas de las vacaciones
Es éste entiendo el momento ideal, en el que aún sin haber tenido ocasión para desconectar, descansar; sí iniciar este reencuentro a la ‘normalidad’ con un propósito, «un reto personal»; dedicar una categoría, entrada como ésta de «200 En Corto», desde donde pretendo no extenderme en demasía, sí por el contrario procurando no perder chicha en lo que escriba, exponiendo igualmente mi parecer como hasta ahora; no superando así las 200 palabras en ello; que vienen hacer aproximadamente la suma de dos sms.
Desde hace un tiempo estaba tras la ocasión, y he aquí ha llegado oportunamente.
Espero sea de tu agrado.
Es con ésta entrada de regreso, reencuentro con la que ficho el principio de un «reto» «200 En Corto«.
Si en algo coincidimos es en el deseo del descanso y vacaciones, cualquier momento es propicio; claro que irremediablemente a lo deseado, también tienen un límite de tiempo.
Con la bajada de la bandera; vuelta a la rutina. Después de jornadas enteras de descanso, entretenimiento, en el que desconectar y cambiar de hábitos ha sido más que apetecible una necesidad. Manera de desintoxicación laboral y ambiental; unos con la familia, otros con allegados; a pie de playa, un crucero, en el pueblo, de museos. Re oxigenar era la cuestión.
Es el calendario quien a punto ahora marca el inicio de un nuevo mes, septiembre, una nueva temporada. En realidad es como si empezara un nuevo año. Nuevos retos, propósitos, proyectos.
Es el momento para retornar a la actividad, reencontrándose cada uno con lo suyo; los babis, la azada, los escaños, las corbatas, los papeles formales; grandes y pequeños despachos unos, palacios otros; todos sin embargo, con algo en común, volver a la normalidad. A la actividad diaria. Con el horario «marcando el ritmo».
Queda pues comenzar con energía positiva e intenciones de continuar avanzando, mejorando, para cuando llegue un próximo tiempo de descanso, celebración y reencuentros, volver a encontrar [fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][…]
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Siendo verdad lo que dices mi pregunta es ¿ qué nos permite descansar de verdad? Irnos al Caribe, desaparecer unos días alejados en una montaña; eso está bien pero es insuficiente. Lo que a mi me permite descansar de verdad es que empiece a entender el significado del trabajo que hago, el sacrificio de criar a un hijo, entender cual es la verdad de las cosas que suceden ( buenas o malas). Entender que todo es un regalo de Alguien que me pone las cosas delante para que yo sea cada vez más feliz ( aunque no entienda muchas cosas); entonces ya no tengo que desconectar ( puedo estar cansado y descansar) pero no tengo que desconectar, sería ilógico. ¿ Porqué desconectar de las cosas que me hacen feliz????? Se que parece una utopía irrealizable, pero en el fondo es lo que todos deseamos. Lo que yo no puedo hacer, hay Otro que si puede y yo se lo pido…… ( han sido más de 200???)
Desde luego que cuando hacemos y disfrutamos de las cosas que hacemos, aunque sea desde la «obligación» por ser la fórmula para subsistir, el desear desconectar descansar es lo menos apetecible, por eso de ocuparse sobre lo que uno de verdad ha buscado, deseado, entonces cuando no se tiene esta posibilidad y queriendo dar un apretón al tema cuando la gente pierde el entusiasmo, esperanza en lo que hace, no regresa con ganas. Sin querer en la mayor parte de los casos. Puede ser, quizás porque no miran a otro lado, puede ser, pero ¿Cómo hacerlo cuando no se sabe, no se entiende? Sin embargo coincidirás conmigo que sea como sea siempre viene bien desconectar un poco, es como una «prueba» para dar cuenta de lo que se tiene y cuánto vale.
Explayarse lo que quieras, que quien no «debía» pasarse exponiendo era menda. De todas maneras… Has estado pendiente 😉