Noche para no repetirla de viento, agua: temporal

Arancha García/ noviembre 30, 2010/ Opinión bloguera/ 1 comentarios

Si la de anoche fue una noche movidita, incluso con cierto pánico, ésta tiene idéntico camino. Si antes nombro la fina lluvia, aparece éste mal tiempo. Temporal, alerta roja.

Ya “avisaba” que estas fechas suelen estar un poco pasadas por agua, pero esta ocasión, parece haberse roto alguna tubería por allí arriba o estar de zafarrancho, limpiando…

Si por el contrario, parece el goteo existía, lo que pensaba en principio ‘La Alerta’ era una decisión exagerada. Más con lo pasado otras veces, cuando por menos y por más evidente no se activó, fuera un caos. Daba pie más por precaución que realidad.

Desde mi rinconcito, estoy escribiendo y no dejo en ocasiones de tener “congoja”. Pudiendo parecer estar zumbada siento como cuando las ráfagas de viento son fuertes la cama se mueve. El sonido del viento es impactante. Parece nada queda impasible ante tremendas rachas de viento impresionante… Parece que las cosas le molestan donde están, y quiere arrasar; puertas, ventanas, antenas de televisión, vallas de publicidad e incluso hasta coches, se ve y escucho decir desde la prensa; televisión, radio, periódicos digitales… Un ejemplo.
Las informaciones meteorológicas dicen que va a un promedio de 187 km/hrs.
La lluvia cae, como cae, con que fuerza; hacía tiempo no escuchaba caer de esta manera. Casi diluviar. Será falta de costumbre. Los truenos, relámpagos, no paran, su zumbido parece no estar lejos.

Hacía tiempo no recordaba un temporal «tan fuerte».

Una de las cosas que más me preocupa, después de lo dicho y sin tampoco poder hacer nada para remediarlo con independencia de halla o no viento, llueva o no llueva, es que se vaya la luz. Sin ella no podría encender el ordenador, y eso sería una faena. Noto su ausencia cuando por algún motivo no lo enciendo, así que espero poder continuar y acabar de escribir estas palabras como si no estuviesen intentando reparar lo roto, o si toco zafarrancho de limpieza, sea menos intenso, escandaloso. No queda más que esperar pues acaben.

Sólo desear para una próxima no nos veamos implicados en lo que arriba ocurre. Si es para echar una mano, se echa, si es para avisar de algo, se avisa; pero, ¡por Dios! alertas y mal tiempo como éste, no. Que la falta de costumbre se nota 😉

Los mayores estarán en parte acertados o no, ahora lo que escucho cuando son preguntados por cualquier periodista, es un casi un aviso, en que tiempos antiguos regresarán. Si esto fuera así, agárrese quién pueda, ¡porque hay historias y días de temporales, únicamente para recordar!

Aunque para no quedar con mal aire. Imagino ver la otra cara. Barrancos formando cascadas de agua, al igual que para los poco hogareños, han echado unas horas caseras, a las que seguramente habrá encontrado encanto; cosas para repetir, sin ser por estado de alerta.

Si os fijáis, en parte lo tomo como excusa para escribir… No vais mal desencaminados.

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