La incomprensión

Arancha García/ julio 24, 2008/ RFR (Reflexiones, frases y rebumbio)/ 1 comentarios

«La incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir».

-José Narosky.-

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  1. La escritora estadounidense Nelle Harper Lee, conocida por su novela «Matar un ruiseñor» – que daría lugar a la película homónima – declaró una vez que «nunca se entiende bien a una persona hasta que se examinan las cosas desde su punto de vista».
    Si nos ponemos a pensar detenidamente, gran parte – por no decir todos – de los problemas que hay en la sociedad, tienen su origen en la incomprensión; en no ponerse «en lugar de…». Si lo hiciéramos en cada uno de nuestros ámbitos – familia, trabajo, etc… – nos iría infinitamente mejor a todos.
    Lo cual no significa estar necesariamente de acuerdo con la otra persona – es imposible – sino comprenderla; hacer un ejercicio mental y práctico para determinar por qué esa persona actúa de la manera en que lo hace o por qué piensa de tal manera…
    Es típico referirnos a alguien diciendo, por ejemplo: «qué raro es». Mi experiencia concluye de que, más allá de estar de acuerdo o no con esa persona, hay siempre «un motivo» que, si bien no justifica su comportamiento (agresividad, mala educación) o pensamiento, sí nos explica cómo esa persona ha llegado a un determindado estado o forma de ser en el momento presente.

    En consecuencia podemos llegar, por medio de la comprensión, a dos cuestiones importantes:

    – No juzgaríamos a los demás y
    – los respetaríamos.

    Sobre el RESPETO quisiera detenerme un poco. Estoy harto de oir siempre la palabra «tolerancia». Aparte que, desde el punto de vista etimológico, nada tienen que ver, el RESPETO tiene un valor muy superior.
    La tolerancia implica aceptar al otro, sí, pero… forzadamente, como mal menor y siempre con desconfianza.
    En cambio, el RESPETO implica aceptar al otro de manera incondicional, quererlo tal cual es y defenderlo – si es necesario – de aquéllos que le ataquen por su forma de ser y pensar.

    Pues bien. Si comprendemos a los demás, dejaremos de juzgarles. Y si dejamos de juzgarles, les respetaríamos.
    Ésta es, a mi entender, la línea lógica del tema que plantea Arancha; cuestión compleja donde las haya y que daría para escribir un grueso volumen.

    En cualquier caso, como «hombre del Barroco» que soy – caracterizado por una visión pesimista de la vida y del género humano; lo contrario que el «hombre del Renacimiento», para quien todo es positivo, sin malicia alguna por parte de los hombres – considero que mis ojos no verán la comprensión a escala mundial.
    Pero en mi entorno familiar puedo afirmar, con felicidad y satisfacción, que la veo y disfruto cada día. Por eso trato de «enseñar» – con hechos y no con palabras – a quienes me rodean, el incalculable valor que la comprensión tiene; sin duda, nos llevaría a una vida en comunidad mucho mejor.

    Un abrazo, Arancha 🙂

    Alberto.

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